sábado, 24 de marzo de 2012

Torpeza de principiante

Si bien desde hace algunos años, la fotografía es una parte de mi vida, si bien le dedico bastante tiempo, he hecho varios cursos, tengo bastante práctica, etc... esta semana cometí un error digno de un fotógrafo principiante, de un aficionado.
Uno de los objetivos de la fotografía es inmortalizar momentos, que la imagen quede viva para siempre, al menos impresa en un papel. Pero como cualquiera que alguna vez haya agarrado una cámara con motivos creativos sabe, los momentos, las escenas, no nos esperan. Si uno deja pasar ese momento, lo mas probable es que pierda la oportunidad de tomar esa foto, de inmortalizarlo.
Y ese es exactamente el error que yo cometí. El lunes pasado, cuando iba a mi trabajo, vi algo que debí fotografiar en ese mismo momento: sobre una de las entradas a la 1ª Brigada Aérea de El Palomar (la base de Palomar, casualmente lugar donde hice la secundaria), al lado de las conocidas "alitas" de la Fuerza Aérea Argentina, y sobre una pared muy blanca, un grafiti, en vivos colores azul y rojo denunciaba: "DESDE AQUÍ SALIERON LOS VUELOS DE LA MUERTE". Y reclamaba con firmeza: "¡JUICIO Y CASTIGO!".
No tomé la foto, poniéndome como excusa que estaba llegando tarde a mi trabajo, que no había lugar para estacionar, que lloviznaba, etc... excusas...
Me decepcioné a mi mismo cuando al otro día pasé por el lugar, cámara en mano, y la pared había sido nuevamente pintada de blanco. Me sentí un irresponsable.
Me consuela saber que en la memoria de la persona que escribió ese grafiti, como en la de muchas otras personas, esas escenas sí quedaron inmortalizadas. Fueron grabadas a fuego y nunca se borrarán.
Pido disculpas por mi torpeza.


Perdón por la ovbiedad, La Memoria, León Gieco.