sábado, 29 de marzo de 2014

Dónde estoy?

La mutación fué muy sutil, casi imperceptible. De a poco las obligaciones comenzaron a ganar terreno, el trabajo con su lógica competitiva demanda plena atención, quitándole espacio a la vida...
La fotografía, pasión que alimentaba mi alma, de pronto enmudeció...
Un momento para leer un libro, para salir a sacar fotos, para dormir una siesta, para mirar una película, para lavar el auto, para pensar en nada, para escuchar música, para estar una hora en la ducha, hoy es casi un privilegio. Me cuesta mucho tener un momento de esos sin pensar que estoy desperdiciando el tiempo. Tiempo... recurso que últimamente anda escaseando por acá....
He perdido un poco de mí, lo acepto... me recuerdo hace unos años atrás y siento cierta nostalgia. Añoro un poco al inmaduro soñador que fui.
Pero también sé que esta psicosis frenética que impone mi Buenos Aires querida para poder sobrevivir es sólo un momento, un poco largo, si, pero es sólo un momento. Es un recurso que necesito para alcanzar el cambio ansiado.
Parece que no, pero estoy. En algún lado estoy, detrás de este gran disfraz.


Música de Ocasión: Al mundo le falta un tornillo, de Enrique Cadícamo, por Julio Sosa.